A veces, nosotros, como empresarios, necesitamos ir a ferias comerciales. Estos son excelentes lugares para reunirse con proveedores, aprender sobre los nuevos desarrollos en la industria y buscar algunos productos interesantes para ofrecer a nuestros clientes en casa. Es prácticamente lo mismo que cualquier otro tipo de feria comercial. Sin embargo, en una feria de vinos todo el mundo le ofrece claramente vino para degustar, por lo que puede resultar muy difícil mantener la compostura después de un día en una de estas ferias, especialmente si no escupe los vinos que prueba. ¡Nos llevó un par de visitas a algunas ferias comerciales antes de darnos cuenta de que es físicamente imposible tragar todos los vinos que te ofrecen!
Si bien hay algunas ferias comerciales anuales muy grandes y extremadamente famosas, también hay algunas más pequeñas y alternativas. Fue en una de estas ferias alternativas, llamada 'Off the Record', donde conocimos a Xurxo de Bodegas Albamar.
Xurxo, nombre corto de George en Galicia, es el líder de esta pequeña bodega ubicada en el punto más noroccidental de España. Esta región disfruta actualmente de mucha atención internacional en lo que respecta a sus vinos y, en mi opinión, algunos de los vinos más interesantes que se elaboran actualmente en España proceden de Galicia.
Los enólogos de esta región tomaron algunas decisiones importantes, aunque potencialmente arriesgadas, hace 20 o 30 años y ahora esa apuesta está dando sus frutos. Muchos de los enólogos de esta región gastaron su dinero en uvas locales, y hoy el Albariño es una de las uvas más deseadas en todo el mundo. Incluso países del nuevo mundo como Nueva Zelanda y Australia ahora están plantando Albariño.
Hoy en día el calentamiento global está empezando a afectar el clima de Galicia, tradicionalmente conocida como una región muy lluviosa, húmeda y nublada. El clima más cálido ayuda a que las uvas blancas maduren a un punto óptimo y las uvas tintas ahora producen vinos tintos más afrutados y elegantes.
Las viñas de las Rías Baixas, la principal comarca donde trabaja Xurxo, se plantan a lo largo de la costa y tierra adentro. Las cepas que se encuentran más cerca del mar se elevan hasta dos metros del suelo para evitar que la uva se pudra, debido a la humedad del suelo.
Hay muchas subdivisiones en lo que respecta a las parcelas, lo que imposibilita el uso de maquinaria, por lo que hay muchas diferencias entre los vinos de costa y los de interior. Albamar siempre fue una empresa familiar. Los padres de Xurxo solían cuidar las viñas y vender el vino a granel o embotellado sin etiqueta, algo bastante tradicional en esta región. En 2006 Xurxo completó todos los trámites necesarios para poder incorporarse a la Denominación de Origen Rías Baixas. Luego comenzó a hacer vino a su manera. Impulsado por la pasión y la tradición, la calidad de sus vinos mejora continuamente y hoy sus vinos se sirven en algunos de los restaurantes y enotecas más vanguardistas. Año tras año se ha ido volviendo más innovador y ahora trabaja en otras regiones gallegas, creando una gama de hasta 15 vinos diferentes. Al mismo tiempo, está mezclando técnicas para crear albariños destacados como su PAI, un coupage de 50% Albariño con fermentación maloláctica y 50% que no lo es. Su 69 Arrobas es otro de mis favoritos, un vino que se elabora con uvas que provienen de viñedos plantados a pocos metros del mar. ¡Realmente puedes saborear la salinidad e incluso algunas algas en este vino!
Aparte de la magia que crea Xurxo en su bodega, también es una persona muy genuina con la que es genial trabajar. Si te sumerges en sus vinos podrás degustar una parte de Galicia y podrás apreciar lo que Xurxo quiere compartir con el resto del mundo… el amor por el lugar de donde viene y por lo que hace con sus vinos.
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